miércoles, 22 de mayo de 2013

Editorial sobre el Monasterio de Fresdelval


FRESDELVAL, ESCONDIDO, RUINOSO, ABANDONADO Y OLVIDADO

Escondido, ruinoso, decadente, abandonado y olvidado. Con estos adjetivos se describiría el Monasterio de Fresdelval si sus paredes pudieran hablar. Parece mentira que en un pasado este fuese el hogar de grandes señores castellanos o incluso de reyes. ¡Ay Sí Carlos V levantara la cabeza y viera como hemos tratado a su adorado Monasterio burgalés!
¿Sumaria algo decir que este Monasterio ha sido declarado Bien de Interes Cultural en 1931?
Si verdad. Parece ser que tiene razón el dicho, “no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos”.

¿Qué tienen Las Huelgas y La Cartujade Miraflores qué Fresdelval no tenga? Pues todo, mientras que a las primeras se las ha cuidado y protegido, a Fredesval se lo hemos arrebatado todo, sepulcros, cuadros, la imagen de la Virgen... Hasta dejar solo el claustro en pie.

Por lo que desde aquí pedimos, exijimos, rogamos si es necesario que el esplendor que un día tuvo el Monasterio de Fresdeval le sea devuelto con una exhaustiva restauración y que no vuelva a caer en el anonimato. Este Monasterio no puede seguir en esas condiciones.

¿Pero quienes han permitido que este Bien de Interés Cultural este en estas condiciones?
El principal responsable de esta situación es la historia (guerras, desamortizaciones...).
Aunque halla razones suficientes para esas acciones, cada una de ellas condiciono el empeoramiento del Monasterio de Fresdelval. Otra de las causas pasadas y presentes es que Fresdeval se encuentra en manos privadas, y estos no han hecho ningún esfuerzo notorio para mejorar el Monasterio. 

Parece ser que la solución más obvia es invertir dinero para la restauración. Pero qué pensaran los actuales dueños si exigimos que pagen para hacer la restauración. Creo que no hace falta responder a esta pregunta todos sabemos como reacionarían. Otra solución son las subvenciones.  Cualquiera que vaya a visitar el Monasterio vera que ahí no se ha invertido ni un euro, o mejor dicho ni un céntimo. ¿Habrá que exigir más control sobre esta clase de ayudas, para que sean más equitativas? El Monasterio de Fresdelval es un claro ejemplo de que sí.

Hermoso, bello, espectacular, querido y adorado. Así es como se tuvo que sentir el Monasterio de Fresdelval hasta ser abandonado sin razón. Esto es lo que tenemos que recuperar. Porque Burgos es más que una catedral bonita, o una buena morcilla. Burgos es historia, cultura, arte... y eso es Fresdelval.

No hay comentarios:

Publicar un comentario